Esta es la lección más importante que puedo darles, y es el pilar de mi práctica: ¡NUNCA mienta o mienta por omisión a un oficial de Inmigración! El mito de que “lo que no saben no les duele” es una receta para la deportación y una negación de por vida.
En la era del Big Data y la cooperación internacional, el oficial que lo entrevista en la frontera o en la oficina de USCIS tiene un acceso a su historia que va mucho más allá de los documentos que usted le presenta. Tienen acceso a:
1. Bases de Datos Cruzadas: No solo el registro de entradas y salidas de CBP (Aduanas y Protección Fronteriza), sino también registros de la DEA, el FBI, y en muchos casos, antecedentes penales a nivel internacional.
2. Historial de Visas: Saben cada tipo de visa que ha solicitado, dónde la solicitó y la razón por la que fue negada o retirada.
3. Redes Sociales: Tienen la capacidad, y a menudo la obligación, de revisar su presencia en línea para detectar inconsistencias con su historial migratorio (más sobre esto en otro blog).
4. Historial Financiero: En casos de fraude o sospecha, pueden acceder a registros financieros para verificar la legitimidad de sus activos o de su relación.
Un pequeño error, una pequeña mentira, puede llevar a una Determinación de Fraude o Falsa Declaración, lo que generalmente resulta en una prohibición permanente de entrada a los EE. UU. (un castigo gravísimo). Mi rol no es ocultar su pasado, es encontrar la estrategia legal (el Waiver o Perdón) para mitigarlo. ¡Hable siempre con la verdad!